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Clases de bertsolaris
A principios de los años 1990, y gracias al impulso de algunos enseñantes
de las Ikastolas y de la Asociación
Bertsularien Lagunak, empezaron a darse algunas clases, dentro del
horario escolar, de iniciación al arte de la improvisación
versificada.
Mapa escolar de clases de bertsos
La cantante Anje Duhalde fue la primera enseñante. Poco después, Ernest
Alkhat, él mismo bertsolari, cogió el relevo y continuó, a tiempo parcial,
la dura tarea, durante unos diez años.
Otros aficionados al bertso dieron también clases : Jean-Louis
Harignordoki, Michel Lekuona, Beñat Soulé, Kexus Arzallus entre otros.
Pero sus resultados no estuvieron a la altura de sus deseos.
Sin embargo, la Asociación
Bertsularien Lagunak no se rindió y fijó una nueva estrategia en favor
de la enseñanza del bertsolarismo.
Tomó la decisión de contratar a un enseñante a tiempo completo, fue
Carlos Aizpurua de Oiarzun (Guipuzcoa), quien había adquirido ya una
sólida experiencia en la materia.
Su método ha sido de lo más eficaz y se han creado clases de bertso en
Hendaya, Saint-Jean-de-Luz y Bayona. Movimiento que creció en los años
siguientes dispensándose clases de bertso en las Ikastolas de Hasparren,
Ustaritz, Cambo, Saint-Just-Ibarre, Saint-Jean-Pied-de-Port y Chéraute.
Ultimamente, también los adultos pueden recibir estas enseñanzas en
Ordiarp y Ostabat.
Gracias a un trabajo realizado con gran seriedad, han surgido muchas
otras actividades: Encuentros de bertsolaris “en hierbas” (Bertsulari
ttiki), fiesta de las clases de bertso, campeonatos, encuentros,
cursos intensivos de verano (bertsu udalekua), campañas en favor del
bertsolarismo en la escuela, etc.
Bertsos de jóvenes bertsolaris :
Elosegi, Oiarburu y Carrere
Formato MP3 (2,4 Mo)
Campeonato de jóvenas bertsolaris del País Vasco Norte (Ayherre : 27 de
mayo 2004 -Asociación Bertsularien lagunak elkartea)
Tema propuesto : "tenéis prisa por ser adultos, por tener 18
años »
Ritmo impuesto :
"Zortziko ttikia"
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Los guías
Unos bertsolaris les acompañan en este sitio. A lo largo de su visita:
hagan « clik » en su retrato para descubrir sus comentarios.
Xalbador
"Entre los dieciséis y los diecinueve años, canté numerosas
improvisaciones. Aunque no tenía el mismo nivel que esos improvisadores a
los que tanto admiraba, me entrenaba ; y creedme, hacía enormes
esfuerzos para llegar a algo.
Cuando estaba solo, no paraba de ensayar : improvisaba bien o
mal ; después con tiempo, intentaba arreglar y mejorar mis
estrofas.
Esto último era lo que mejor se me daba".
Amets Arzallus
"En la actualidad, Sustrai Colina y un servidor nos ocupamos de una
escuela de improvisación en Hendaya.
Concretamente de los 14/15/16 años. Son jóvenes que practican la
improvisación desde años y si no hubieran tenido pasión por ello, lo
habrían dejado hace tiempo.
En el País Vasco-Norte, en los últimos años, constatamos que el fenómeno
de la improvisación se ha normalizado. Cuando estábamos en el Colegio de
Cambo, la improvisación no era nada… Era más importante jugar al fútbol. Si
jugabas al fútbol, te prguntaban cómo había ido el partido del fin de
semana… Si hacías improvisación, no podías hablar de eso con nadie o
casi.
Ahora, se considera como más normal. No porque el improvisador sea más
que otro, sino porque oir hablar de improvisación o ver improvisadores se
considera hoy como algo normal"
Sustrai Colina
"Comencé a improvisar gracias a Amets Arzallus y a su padre. En la
ikastola nos iniciaban un poco, pero después supe que había escuelas de
improvisación, tenía 8/9 años, y a esa edad, uno reacciona principalmente en
función de lo que hacen sus amigos.
En ese momento nos apuntábamos a clase improvisación como al fútbol o a
la pelota. Le cogí gusto con la práctica. La suerte que tuvimos fue que
éramos un buen grupo.Es importante para avanzar, porque si uno se encuentra
solo, llega un momento en el que uno se desmotiva. En aquella época yo
jugaba a la pelota. Es una actividad en la que se sabe claramente si has
ganado o no. Sin embargo, un chico que aprende a improvisar no se da cuenta
en realidad, de lo que está haciendo, ni de porqué lo hace, de lo que se
valora y de lo que no se valora…
Desde ese punto de vista, el deporte es mucho más racional en lo que se
refiere a la evaluación. Y hay que reconocer que en aquella época, un chaval
prefería ser Retegi que Egaña. Ahora las cosas cambian, los improvisadores
han llegado a la televisión y a la radio y hoy los chicos se inscriben en
una escuela de improvisación con la ambición de llegar a ser
bertsolaris.
Pero cuando éramos jóvenes, todo eso no existía. Nos aferramos a la
improvisación porque éramos un grupo de amigos y porque tuvimos esa
suerte"
Miren Artetxe
"Doy clases de improvisación a alumnos de 9/11 años en Hendaya. Lo que es
importante, es que los niños pasen un momento agradable. Es inútil
explicarles lo magnífica que es la improvisación : ellos lo deben ver
con sus propios ojos, lo deben tocar con sus manos.
Pienso que debemos utilizar la improvisación como pretexto para pasar un
buen rato, para que hablen en euskera, para trabajar la expresión y que se
acostumbren a eso, para trabajar también las relaciones y el grupo, ya que
el grupo es esencial en la improvisación. Y pienso que es lo que estamos
consiguiendo hacer, gracias a un proyecto que llevamos a cabo actualmente en
el País Vasco Norte. Los que empezaron hace tres años están todavía
aquí.
Mi objetivo no es hacer improvisadores, sino que cojan gusto a improvisar
versos, a jugar con las palabras, y si hay, cerca de su casa, un encuentro
de improvisadores, que se organicen para poder ir … Con eso me basta"
Patxi Iriart
"La improvisación me permite pasar un buen rato con mis amigos. Somos
conscientes de que así mantenemos vivo el Euskera y para nosotros es
importante. La improvisación te da una facilidad de palabra ante el
público.
Yo, que soy más bien tíimido, gracias a la improvisación me expreso más
fácilmente en público o cuando debo hablar en clase. Cuando estábamos en el
colegio, como la improvisación no estaba « normalizada » en el País Vasco
Norte, los otros chicos se reían cuando se enteraban de que practicábamos la
improvisación. El improvisador no era como los otros.
Ahora las mentalidades están cambiando, pero pienso que Amets, Sustrai y
los de esa generación han sufrido más con ese tipo de situaciones. En lo que
a mí se refiere, la improvisación se ha convertido en parte integral de mi
vida, y aunque no sea un gran bertsolari, seguiré apoyando la improvisación,
e iré a aplaudir a los otros improvisadores.
Está claro que esta disciplina exige que se le dedique mucho tiempo, por
ejemplo Sustrai y Amets se producen todos los fines de semana en un sitio
diferente…
Además, hay que entrenarse, encontrarse una o dos veces por semana. Pero
es un compromiso que estoy dispuesto a asumir"
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