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Los guías
Unos bertsolaris les acompañan en este sitio. A lo largo de su visita:
hagan « clik » en su retrato para descubrir sus comentarios.
Xalbador
"Las misas cantadas se celebraban también entre semana, y yo cantaba para
acompañar al cura. Cosa que hacía con mucho gusto porque en esa época me
encantaba cantar.
No me costaba nada aprenderme los cantos religiosos, aunque no comprendía
nada de lo que cantaba : pues en aquella época todo era en
latín.
Un poco más tarde, empecé a interesarme por los cantos vascos. Algunos
los aprendí de mis amigos pastores, pero la mayoría, gracias a copias
recogidas de un sitio y otro. Mi tía Mariana me dio la mayor parte.
Y así fue como aprendí numerosos cantos vascos. Alguna vez canturreaba en
medio de las ovejas. Me daba la impresión de que a ellas también les
gustaban el canto.
Detrás de los cantos, autores…. Poco después empecé a pensar que detrás
de esos magníficos cantos había alguien. Supe incluso que se les llamaba
improvisadores. Me pareció sorprendente, increible. Porque yo no pensaba
poseer ese don.
Me fascinaba la idea de pensar en esos misteriosos personages"
Amets Arzallus
"Cuando era niño, no tenía otro modelo que el de mi padre. Más tarde,
hacia los 13/14 años, me empecé a dar cuenta que tenía una clara preferencia
por una cierta forma de versificar, y a partir de ahí supe qué camino quería
seguir.
Desde entonces cuando me preguntan quien es mi improvisador favorito,
contesto : Jose Agirre. Mi padre se sentía muy cercano de él pues
procedían del mismo medio. Para nosotros, por el contrario, que somos chicos
de capital, Jose Agirre se encuentra en el lado opuesto del que
vivimos : nacido en un mundo agrícola, criado en el rincón de un
pueblo, empezó muy joven a trabajar…
Tiene otras referencias, y eso se nota en su manera de improvisar. Para
mí, es un modelo porque utilizaba una lengua rica, frases vivas, y porque
representa un mundo opuesto al nuestro"
Sustrai Colina
"Cuando era pequeño, yo quería ser jugador de pelota. Apenas si podía
imaginar que pudiera ser un día improvisador.
Después, progresivamente, empiezas a pensar que puedes ser bertsolari,
intentas captar el talento de los demás, y sientes admiración por algunos de
ellos. Y un día llega el momento en el que aquellos a los que admirabas se
encuentran a tu lado e incluso se convierten en amigos tuyos.
Nosotros hemos conocido esta evolución. Fue el caso con Joxe Agirre,
setenta y cinco años y sigue siendo improvisador. Descubrir a la persona
hace que te encariñes aún más con ella. Esa figura, ese símbolo viene con
uno a un pueblo y es sorprendente ver la humildad con la que él se comporta,
dispuesto siempre a ayudar.
Es una suerte increible el poder encontrar a personas de esa categoría.
Es también el caso de Andoni Egaña, tres veces campeón, teórico sin igual,
improvisador luminoso, innovador, precursor, y al mismo tiempo, alguien que
cuando se encuentra sentado a una mesa contigo, es simplemente uno
más.
De esos encuentros se puede aprender mucho"
Miren Artetxe
"A mi padre, y sobre todo a mi abuelo, les gustaba la improvisación. Con
9/10 años, empecé a ir a clase de improvisación, a la escuela donde estaba
entonces Jexux Arzallus.
A los 12 años, con Amets Arzallus, íbamos a clase a Oiartzun. Y algunos
años después, dejamos de ir allí y nos trajimos a Hendaya al profesor de
Oiartzun. Así fue como se creó un nuevo grupo en Hendaya.
Tengo la impresión que nací sabiendo improvisar. Ya sé que no es el caso
pero es la sensación que tengo. De hecho, decidí que me gustaba la
improvisación a los 16 años, cuando me di cuenta que no podía hacer al mismo
tiempo danza, teatro, música, improvisación y pelota. En el momento de
elegir, me di cuenta de que, lo que no quería dejar de ninguna manera era la
improvisación. A partir de entonces, lo llevé mejor.
Estoy convencida de que, lo que te mantiene en la improvisación es el
grupo, la gente,… Cuando se es joven no es fácil. Los que practicábamos la
improvisación no éramos muchos, pocas chicas, y el grupo se hacía cada vez
más pequeño.
Creo que hoy las cosas son más fáciles. Hay más grupos y se favorece más
la improvisación"
Patxi Iriart
"Empecé a tomarle gusto a la improvisación cuando la Ikastola de Bayona
abrió una bertso - clase. Estaba en CM2 (10 años) y éramos un grupo pequeño.
Y desde entonces, no he parado. Nuestro profesor era Karlos Aizpurua.
Debo reconocer que al principio fui a clase empujado por mi madre.
Después me fui dando cuenta de que la improvisación permitía aprender un
montón de cosas. Además, era algo nuevo, y diferente de las actividades
habituales como el fútbol o la pelota.
Después, cuando las escuelas de improvisación empezaron a
funcionar, seguimos encontrándonos una hora por semana, con el mismo
profesor, Karlos Aizpurua , fuera de las horas de clase. Después me fui al
colegio de Cambo y allí, se formó un nuevo grupo : algunos de nosotros
veníamos del Instituto de Bayona, otros venían del interior del País
Vasco.
Ahora somos cinco, cuatro chicos y una chica. Al principio éramos más,
sencillamente algunos abandonan el grupo. La improvisación no gusta a todo
el mundo"
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