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Correr x correr. Noticias, comentarios y análisis de atletismo (Deportes)
Lunes, 04/07/2011
Las 'usain Bolt' de Gipuzkoa
La velocidad femenina de Gipuzkoa vive actualmente el mejor momento de la historia. Desde hace unas temporadas un grupo de sprinters han ido subiendo a los podios de todos los campeonatos de España por categorías y se han colado en los puestos cabeceros del ranking guipuzcoano de todos los tiempos.

Este pasado fin de semana, en el campeonato de España Promesa, Alazne Furundarena ha ganado los títulos de 100 y 200 metros. Maitane Iruretagoyena ha sido subcampeona del doble hectómetro. Un hecho histórico que, por ahora, pone el colofón a unas temporadas extraordinarias... y falta áun el campeonato absoluto, en agosto, en Málaga.

La marca de hace unas semanas de Alazne Furundarena en los 100 metros de 11.79 desplaza el 11.86 de Leire Olaberria. Ese récord de la ahora ciclista y medallista olímpica tenía ya 18 años. Y la anterior plusmarca del hectómetro fue de la eibarresa Elena Guisasola, que marcó otra época brillante del sprint.

Tres generaciones para analizar una velocidad en Gipuzkoa que tuvo su arranque con las atletas Margarita Martínez, Isabel Holgado y Maddi Emparanza en los años 70. El crono se situó en la frontera de los 12 segundos manuales (12.1). Entonces llegó Elena Guisasola, una velocista de potencia y garra, que con 16 años batió de una tacada los récords guipuzcoanos cadete, juvenil, junior y absoluto. Fue la primera atleta en bajar de los 12 segundos hasta 11.8, logró tres récords en una semana. Su mejor tiempo eléctrico fue 12.13. Era el año 1981. Internacional absoluta y la sombra de la entonces número uno de la velocidad española, la catalana Tere Rioné.

Leire Olaberria, atleta de Ikaztegieta, maravilló también en categorías inferiores. En 1993 se hace con el récord absoluto de 100 metros y un esperanzador 11.86 con 19 años. Recoge el testigo de Elena aunque no da lo que los técnicos auguraban de ella. Problemas físicos y falta de motivación le llevan a abandonar el atletismo para adentrarse posteriormente en el ciclismo de pista. Asombra nuevamente y se convierte en una de las mejores pistards del mundo. En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 se hace con la medalla de bronce en la modalidad de puntuación. Hoy por hoy es una de las mejores de la Copa del Mundo.

La nueva generación del sprint está comandada por Alazne Furundarena nacida en 1989. Corredora de Ordizia, entrenada por Jon Etxeberria exvelocista de 400. Esta temporada Alazne ya ha batido los récords de 100 (11.79) y 200 (24.14). Ha pulverizado la plusmarca de Leire que tenía ya 18 años de vigencia. Y ha hecho su primera incursión en los 400 metros (55.76). Maitane Iruretagoyena, hernaniarra, dos años más joven, es otro de los valores internacionales (24.41 en pista cubierta), así como la bidasotarra Marian Garrantxo.

En el 200 metros, de los 25.01 de Elena Guisasola logrado en 1983 que supuso una plusmarca sensacional en aquel momento, se pasó a los 24.93 de Arantza Bakero (hermana de los futbolistas) en 1988. Ahora mismo hay seis atletas que han bajado de los 25 segundos en el ranking guipuzcoano: Furundarena (24.14); Garrantxo (24.68); Iruretagoyena (24.70 y 24.41 indoor); Peña (24.79); Bakero y Olaberria (24.99).

Han sido y son las 'usain bolt' de nuestro atletismo. Disfrutemos con esta época dorada. No podemos decir lo mismo del apartado masculino. Sólo Alain López, internacional y participante del relevo 4x100 español que estuvo en el Europeo de Barcelona, saca la cabeza en un sector paralizado en el tiempo. Un dato, los récords de Gipuzkoa de Valentín Rocandio en 100 (10.45) tiene 23 años. El de 200, de Juanjo Prado, con 21.03, alcanza ya los 26 años. Es evidente que las fibras rápidas están hoy por hoy entre ellas.
 
Escrito por Antxon Blanco a las 08:15 am Hacer comentario (0)

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Viernes, 01/07/2011
Cuando Carl Lewis cenó en Arzak
Carl Lewis cumple hoy 1 de julio 50 años. Los blogueros atléticos, ante esta efeméride, nos revolvemos en la silla para recordar a una de las leyendas de nuestro deporte. No se pierdan el blog de mi compañero Juncar en 'Al aire libre' en esta misma columna de diariovasco.com. Una enciclopedia sobre el velocista-saltador. Yo seré más modesto.

En primer lugar pido disculpas por esta prolongada ausencia en este espacio. Han sido semanas complicadas. Prometo continuidad en cuanto todas las piezas de mi puzzle se recoloquen y ojalá que todo coincida con la presentación, en unas semanas, de la rediseñada web de atletismoatope.com. Por lo que me han presentado los técnicos tiene muy buena pinta. Por ahora, os pido un poco de paciencia porque cuando volvamos todos en bloque, el atletismo nuevamente tendrá un espacio digno y destacado por aquí. Prometido.

Bueno, vayamos con el 'hijo del viento'. 50 añazos. Casi quince ya retirado del atletismo. Un icono para muchos. Una leyenda para otros. De lo mejorcito en la historia del nuestro deporte. Significó un salto en muchos apartados. Con él pudimos ver lo que 50 años antes, con Jesse Owens, había significado un hito en el deporte, cuatro títulos olímpicos en una misma cita, combinando velocidad, longitud y el relevo corto.

Los aficionados disfrutaron con Lewis y con sus duelos ante otros velocistas y saltadores. Su calidad era inmensa. Su puesta en escena obligó a que millones de no aficionados al atletismo se fijaran en nuestro deporte. Marketing, publicidad, televisión, patrocinadores... se rindieron ante este fenómeno.

Para mí también fue un referente. En lo deportivo y en lo periodístico. Todavía un exjefe mío, Mikel, me recuerda una página entera que escribí sobre Carl Lewis. Era a mediados de 1983. Creo que le volví loco, le di tanta tabarra sobre ese tal Carl Lewis que él no conocía, que me dejó escribirla. "Venga chaval escríbela y déjame en paz", debió pensar. Pues allí que me lancé en la máquina de escribir verde, con un buen taco de folios y un par de libros para que la historia estuviera bien documentada.

Se notó que yo tenía 20 años y unas enormes ganas de escribir historias. Y Lewis era una buena excusa. Fue mi primer contacto con uno de los mejores atletas de la historia. Meses después llegó el Mundial de Helsinki y al año siguiente los Juegos Olímpicos de Los Angeles, con la explosión como atleta. Ahora era mi jefe el que quería que escribiera sobre Lewis.

Años después, tras escribir muchos folios y después pantallas de ordenador, San Sebastián comenzó a organizar unos mitines de atletismo en la pista cubierta de Anoeta con una participación de lujo. Cuando supe que iba a venir Carl Lewis, mariposas en el estómago. Después repitió. No saltó longitud en ninguna de las ediciones que compitió en Anoeta. Primero 60 metros donde no ganó. Claro su salida de tacos y primeros apoyos, no eran su punto fuerte y en el 60 es clave ese aspecto.

Pero poco importó. Los cazaautógrafos fueron cientos. Los niños alrededor de él, muchísimos. Los aficionados que se acercaron al hotel Costa Vasca inundaron los salones. Por allí estábamos los periodistas deportivos. Todos a cazar una entrevista. Dio una rueda de prensa en la Diputación de Gipuzkoa. En esa época yo tenía una vinculación con el departamento de deportes y el día anterior al mitin, a media tarde, me preguntaron si quería ir a cenar con Carl Lewis al restaurante Arzak. Ojos como platos y un sí meteórico.

La verdad es que hubo que convencer a estadounidense que ese restaurante "eerzeik" era muy bueno. Prefería cenar una par de hamburguesas. Os juro que lo dijo. Javier Moracho, el exvallista, en la empresa Unipublic entonces, con gran amistad con Carl y su hermana Carol, tuvo que explicarle que en esta ciudad se comía muy bien y que a ese restaurante acudían grandes personalidades. "OK. Pero yo pediré una hamburguesa", respondió Lewis.

Ya sentados en la mesa, unos doce invitados, con otros dos atletas además de Carl, que también amenazaban con provocar un infarto al bueno de Juan Mari Arzak por sus deseos de comer hamburguesas, la situación se llevó bien. Algo de picoteo y un segundo plato casi pedido sin la aprobación de Lewis. Los que llevaron la voz cantante, se decantaron por merluza.

Como Carl Lewis estaba más pendiente de sus colegas, se encontró con la merluza en lugar de la hamburguesa. Estuvo educado. Exclamó un "ehhh, esto tiene buen aspecto". Creo que alguien resopló de tranquilidad. A los pocos segundos el plato de merluza del 'hijo del viento' había desaparecido y entre risas con el dedo pulgar hacia arriba, le dijo a Moracho que "Todo excelente".

También fue un alivio para mí. Como iba a contar a mis lectores que la estrella atlética había despreciado la merlucita y a Arzak para engullir una grasienta hamburguesa. La cocina vasca también había triunfado. Horas después ese pescadito no le dio el triunfo en Anoeta pero tampoco le importó mucho a Lewis. En este tipo de mítines él estaba más por el show que por ganar una carrera aunque Anoeta estuviera a tope para ver a uno de los grandes.  

Carl Lewis repitió en Anoeta. Si no me falla la memoria creo que corrió el 200 metros y tampoco ganó. Su vestuario fuera de la pista fue de traca. Su aparato dental trajo polémica. Sus amistades también dieron que hablar...... pero esto no es una crónica rosa !caramba¡ Que escribo sobre un ídolo. Lo parte no atlética lo dejo en la vieja libreta azul de los años 90. Si alguien desea alguna aclaración, por favor en un privado.

Thanks Carl. Happy birthday.


 
Escrito por Antxon Blanco a las 11:14 am Ver/Hacer comentario (11)

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Lunes, 16/05/2011
Wanjiru sorprende hasta el día de su muerte


Mazazo en el mundo del atletismo con la muerte, todo indica que ha sido un suicidio, de para mí, el maratoniano con más futuro y de más calidad. Era el recambio del gran Gebreselassie y a la espera de Kenenisa Bekele, Samuel Wanjiru, 24 años, era el atleta con mayor potencial de todo el pelotón de maratonianos.

Wanjiru fue uno de los atletas que más me ha sorprendido en su corta trayectoria. Enseguida maravilló a los entrenadores de Kenia. Tal es así que formó parte de un intercambio de jóvenes promesas con Japón y con 16 años residía en este país, la cuna del maratón. Su progresión fue espectacular a las órdenes del que fue subcampeón olímpico en Barcelona'92, Koichi Morishita.

Con 19 años, es decir, siendo junior, batió el récord mundial de medio maratón con un crono de 59:17, dejando atrás el récord de uno de los grandísimos del fondo keniano como es Paul Tergat.
 
Me dejó perplejo cuando anunció su debut en los 42 kilómetros. Tenía 21 años y su registro fue espectacular: 2h.06.39, uno de los mejores tiempos de un debutante. Su carrera y progesión parecían imparables. Bajó de 2h.06 en Londres (sin cumplir 22 años); campeón olímpico en Pekín 2008 con récord olímpico 2h.06.32, casi tres minutos menos que la plusmarca olímpica del mítico Carlos Lopes en Los Angeles 1984. Todo era grandioso en este fino maratoniano de 53 kilos y 1.63 metros de estatura.

Corría maratones en 2h.06 sin aparente esfuerzo. Sabía dosificar fuerzas y no era un obseso de la competición. Parece que tenía recorrido como atleta, no era el caso muy habitual de atleta keniano que quema todos su potencial en pocos años. Sin embargo, el drama se ha cruzado en la vida de este extraordinario corredor.

Un golpe tremendo para el atletismo de Kenia.

DEP Wanjiru.
 
Escrito por Antxon Blanco a las 01:04 pm Ver/Hacer comentario (3)

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Martes, 03/05/2011
El adiós a un grande
Hace 20 años no mirábamos apenas al círculo de lanzamiento de peso en las competiciones internacionales. Esa prueba pasaba de puntillas para los periodistas de este país. Por allí gritaban mastodónticos soviéticos, atocinados estadounidenses, antipáticos alemanes, más algunas pinceladas suiza, italiana, checa, polaca...

Pero en 1992, un chaval leonés nos obligó a revisar los rankings, el palmarés de esta prueba, y desde ese momento el peso sería una especialidad 'a tener en cuenta'. Aquella temporada Manuel Martínez, aún no era supermanolo, ni gran capitán, ni Goliath, ni escultor, ni actor... pero aquel verano del 92, sí el de los Juegos de de Barcelona, algo más lejos, en Seúl, Martínez se proclamó subcampeón mundial junior. ¡Subcampeón del mundo en peso!.

Al año siguiente esa isla de los lanzamientos españoles, volvió a sonreir. Muy cerquita. En Anoeta. San Sebastián, una de las ciudades donde ha establecido vínculos de amor por sus récords (el primero de su carrera en febrero de 1993 con 18.34 m. en indoor) y medallas, le vio proclamarse campeón de Europa junior. Lanzó 19 metros en el estadio que se estrenó con aquella competición. Pero también ese estadio donostiarra vivió en 2007, campeonato de España, uno de sus peores momentos. Después de 13 años siendo rey, cedió su corona de campeón a Germán Millán. Fue el inicio de su declive, que dos graves lesiones posteriormente aceleraron.

Ahora dice adiós Manolo y pronto lo harán esas pistas y ese círculo de lanzamientos. 18 años después... La 'Quinta de Anoeta' no pasa por buenos momentos. Manolo se va. Reyes Estévez y Marta Domínguez intentado demostrar su inocencia tras su imputación en la Operación Galgo.

Han sido 18 años de seguir paso a paso la trayectoria de este grande del peso. Uno de los revolucionarios de los lanzamientos españoles, siempre reivindicativo -con buenas formas-, un líder de la selección, un rompedor para el deporte español como otros lo fueron en distintos deportes.

84 internacionalidades; las 115 mejores marcas españoles de la historia; un récord fijado en 21.47 metros; 23 años de trayectoria; 31 títulos de campeón de España entre pista cubierta y aire libre; cuatro medallas internacionales, todas en indoor; cuartos puestos en unos Juegos Olímpicos y un Mundial...

Y sin embargo me quedo con la sensación de haber convivido con una persona buena, cortés, humilde, honrada, leal, socarrona, con un punto de ironía, serena, bondadosa con sus rivales -muchos de ellos plagados de dudas químicas-, y afable con nuestro gremio, el periodístico.

Ese espíritu de líder deportivo se va. El atleta que nos obligó a empollar todo sobre el peso, se marcha. Pero deja una herencia preciosa. El círculo de lanzamiento ya no estará huérfano. Cuando en las grandes competiciones presenten a los finalistas de peso, haremos un guiño y recordaremos que ahí, durante años, tuvimos un grande. Ojalá que los 'hijos' de Supermanolo pisen esos mismos círculos internacionales.

PD: Gracias a Carlos Burón, su entrenador de siempre. Forjador de este campeón, siempre dirigido por la línea recta, además de no descuidar la formación de otros lanzadores.
 
Escrito por Antxon Blanco a las 01:21 pm Ver/Hacer comentario (3)

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Lunes, 02/05/2011
El valor de un punto
Lo que vale un punto, un segundo, un centímetro, en todos los deportes. No voy a escribir de fútbol para que algunos de mis seguidores no se molesten. Un paréntesis (ese puntito que falta a la Real que llegue cuanto antes...). Ya está. Me salgo del césped.

El valor de un punto en ocasiones va más allá del aspecto deportivo. Son enseñanzas que te marcan como deportista o como aficionado. En fútbol el empate en ocasiones se pacta (finales de la competición) o se pelea y tiene una dimensión tremenda. En baloncesto ese puntito que se consigue en el minuto uno o en el cuarenta puede decidir un marcador de cien puntos. Pero también vale.

En atletismo, en la competición por clubes, ese punto logrado por un atleta que ha sido último en su prueba, puede decidir la permanencia. Sucedió a la Real Sociedad el pasado sábado. Por un punto fue segundo en su cuadrangular y aseguró seguir entre los grandes. ¿Quién logró el punto decisivo? Pues todos. Pero hay algunos que son especiales. Por ejemplo los del marchador Enrique Fernández, que a sus 45 años puede aún quedar segundo. Este atleta, zamorano, es más blanquiazul que muchos guipuzcoanos que han defendido esa camiseta. Lleva 20 años aportando puntos en una prueba ingrata, dura, y a pesar de los desplazamientos que tiene que realizar desde su ciudad. Un homenaje merece este marchador por parte de la Real.

Otro punto que indica implicación con el equipo es el de Edorta Aramburuzaba. El equipo está con muchas bajas. Una de ellas en lanzamiento de martillo. Pues al saltador de altura no le importó ir al círculo y lanzar 22 metros el artefacto. Era un punto, sólo un punto, pero al final por un punto la Real puede seguir luchando por los puestos de honor en la Liga.

Es de esos puntos que enseñan a los jóvenes. Es el compromiso por una camiseta, por algo que has elegido. Compañerismo. Ejercicio de humildad y grandeza a la vez. Ese tipo de situaciones yo también las viví con un delegado de la Real que sigue en la brecha, Miguel Larrinaga, que cuando había un hueco en marcha, él se ponía la camiseta y a dar vueltas a la pista y sumar un punto para el equipo. O si había que hacer el 10.000 (antes se hacía en la Liga) o los obstáculos, pues lo mismo. Lecciones.

Y en el Atlético SS femenino igualmente. Este fin de semana Naroa Agirre volvió a sacrificarse. Como hay dos pertiguistas de nivel y ella puede saltar longitud y triple, lo hace por el bien del equipo.  Puntos de oro. Como los de la también internacional Maitane Azpeitia. Ella arrastra una lesión, pero por su club se coloca en el pasillo de saltos.

Seguro que hay más situaciones similares de sacrificio por el equipo. Traigo a este blog estas. Son ejemplos que llegan en el deporte y que sirven para la vida. Forjan un carácter. Es un guiño a la amistad y al compañerismo.

Va por ellos.

 
Escrito por Antxon Blanco a las 01:27 pm Ver/Hacer comentario (8)

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