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La Participación X
Sabemos por experiencia que un país como la India aferrada a una paralizadora estratificación en castas de la sociedad y el desconocimiento mutuo que ello comporta dificulta enormemente el progreso (incluso algunos renombrados sociólogos aseguran que lo impide).
Sin alcanzar quizás el grado de radicalismo de la estratificación en clases en la sociedad india más arcaica el modelo jerárquico mantiene, sin embargo, sus mismos conceptos ideológicos excluyentes.
La organización piramidal se caracteriza por la búsqueda de la certeza y el control en todo el proceso empresarial, su ideal es lograr un modelo capaz de ser impuesto de modo universal de manera que le permita superar el “caos humano” al que conducen las diferencias en creencias, intereses, valores, etc. características de la conducta humana. Curiosamente es la incapacidad para aceptar la diversidad, la pluralidad y la ambigüedad de la naturaleza del hombre lo que da el soporte “ideológico” al sistema jerárquico para justificarse.
Ya que no se puede dominar la diversidad se niega su existencia, o al menos, se actúa como si no existiera.
Participación horizontal
La participación, aún promovida desde organizaciones autodeclaradas como horizontales y defensoras de la heterogeneidad, es tema de contradicción. El entorno, continuo bombardeo de ideas verticalistas, modifica constantemente la relación de la organización e integrantes con su exterior, así como de la misma y los mismos hacia lo interno. Por más desarrollo de estructura formal que promueva la participación en un marco de intencionada justicia, los desvíos son recurrentes. La estructura informal, muchas veces no reconocida en estas organizaciones (vaya paradoja, ¡sí en las organizaciones piramidales!) toma un peso cuyo principal fuerte, empieza por ser su desconocimiento. A partir de ahí, los viejos vicios de estructuras burocráticas, toman una nueva forma, y se desarrollan adaptativamente, corrompiendo cualquier buena intencionalidad de estructura formal.
Aún en la diversidad, es deber de cada integrante participar en este sentido, no dejándose descansar en las estructuras, ya que las mismas, tambalean sin participantes, desarrollando enviciamientos y una inconsciente homogeneidad.
Recordemos, la consabida frase, "no hay cooperativas sin cooperativistas".