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En recuerdo a Martxel Tillous

Ayer moría, en tierra vasca de Kanbo (Lapurdi), Martxel Tillous.

Conocimos a Martxel en su último destino, cuando llegó a Estados Unidos --sería 1995-- para tomar el relevo de aita Jean Eliçagaray como sacerdote enviado por la diócesis de Baiona para el puesto de capellán de las comunidades vascas de ese país. Su parroquia, la más amplia en kilómetros de las que tiene encomendada cualquier cura diocesano vasco: el conjunto de EEUU. Y sus parroquianos, el conjunto de los vascos católicos norteamericanos.

Recuerdo cómo coincidieron por varios meses el capellán saliente, Eliçaragay, y el entrante, Tillous. La transición se hizo de manera adecuada, y el primero se tomó el tiempo de ir presentando al nuevo cura en las diferentes comunidades vascas. Lo recuerdo, por ejemplo, en Gardnerville (Nevada), coincidiendo con el Kantari Eguna. Tenía yo en aquel momento un programa en Euskadi Irratia sobre Vascos en América, y realicé una última entrevista al saliente y una primera al entrante. Fue aquella --ante el micro y fuera de él (a Martxel no le gustaban los micros)-- la primera vez que conversamos, al menos largamente.

Martxel --aita Tillous-- llegaba tras cuatro años como capellán de los vascos de París y su Euskal Etxea, puesto trampolín o preparatorio del salto al otro lado del Atlántico para quienes han sido capellanes vascos en Estados Unidos. En su caso, el lugar y el destino previo a París que le había marcado en su forma de ser y de ver la vida fue su estancia de 26 años en Africa, en Costa de Marfil, como misionero diocesano. Desde entonces, muchos le decían que era africano, y él lo llevaba con orgullo.

Aita Martxel no ha sido un cura convencional, sino una persona de espíritu libre, entregado a los demás, de buenos sentimientos, como buen vasco un poco kaskagogorra, trabajador y dedicado, y persona de increible fortaleza y aguante físico, puesto que a la edad en que otras personas alcanzan la jubilación, él se dedicaba a atender a su feligresía, allá donde estuviera, aunque para ello tuviera que dormir constantemente en su furgoneta --la primera Tximista, la segunda Pottoka--, recorriendo larguísimas distancias, para participar hoy en un bautizo en Chino, mañana por la mañana oficiar una misa en San Francisco, por la tarde asistir a un enfermo en Reno y viajar pasado para dirigir un entierro en Rock Springs, Wyoming, pongo por caso. Hablo de distancias de miles de kilómetros. Dormía muy pocas horas y --parte de su herencia africana-- lo hacía frecuentemente y a gusto en un saco de dormir en el suelo, a la intemperie sobre la hierba o en el espacio habilitado para ello dentro de su Pottoka.

Nacido en Eskiula, población que administrativamente pertenece al Bearn, pero que es culturalmente vasca, aita Martxel era un vasco nativo, zuberotarra, orgulloso de serlo y gran euskaltzale (vascófilo). Se definía asimismo como abertzale, lejos de siglas y partidos. Le disgustaba, por ejemplo, que algunos mapas de Euskal Herria no incluyeran su localidad natal --en la que él había mamado desde pequeño el euskera y la cultura vasca--, como parte del país de los vascos.

Destaquemos como detalle significativo, su condición --adquirida en Africa-- de vegetariano; sobre todo en un mundo y una cultura --la vasconorteamericana-- asociada al pastoreo y las ovejas, en la que cada comida y cada picnic vasco entrañan a cada paso carne, de uno y otro tipo. Inicialmente les chocó, pero poco a poco fueron asimilando los vascos de EEUU que su nuevo capellán no comiera carne. Él era estricto y en muchos encuentros vascos no comía sino la ensalada. Por otro lado, recuerdo también haber acudido a cenar en varias ocasiones a casas particulares, en las que desconocían su opción, y en las que personas de edad le habían preparado con todo cariño platos que incluían carne, y él sin decir nada había 'cumplido' y probado la carne sin rechistar.

Creo que sería en su primer año en Estados Unidos, o quizás el segundo, cuando surgió la ocasión de viajar juntos por lugares del Oeste, donde, a pesar de no haber euskal etxea, sí existen comunidades vascas. Yo conocía, por haberlos visitado con anterioridad, familias y núcleos vascos en Montana, de modo que saliendo de Buffalo en Wyoming, llegamos a Miles City para visitar allí a un par de familias, más tarde a Sidney y Culbertson, y pasamos a Brockton, visitando a cada paso a personas vascas, normalmente de cierta edad. Avisados con anterioridad, en algunos de estos lugares la comunidad vasca local se reunía en una de las casas, en la que aita Martxel ofrecía la celebración de una misa breve en euskera. Salvo la parte religiosa, estas visitas eran cosas que yo solía hacer en mis recorridos, en los que entrevistaba a gente diversa para el programa de radio.

En aquel viaje, los mosquitos nos atacaron notablemente cuando visitamos en Glasgow a Gene Etchart. Recuerdo una velada muy agradable en un rancho con gente entrada en años en la que junto a los Bidegaray, nacidos en Euskal Herria y asentados de antiguo en la zona, y las hermanas Stepler, nacidas en Montana de madre vasca, nos dimos a cantar canciones tradicionales, acompañados por Martxel y su xirula y por mi acordeón diatónico. Llegamos también y pernoctamos, en pleno Oeste aislado y rural, al Matador Ranch, formado por tierras propias y rentadas a la reserva india y al gobierno, superior en tamaño a varias de las provincias vascas --decían--, regentado por una cuadrilla de vascos de Aldude y Banka (Baja Navarra) y un natural de Elgoibar (Gipuzkoa).

Tras unos primeros años de adquirir conocimiento del terreno, Martxel fue aprendiendo inglés y familiarizándose con el que habría de ser por casi catorce años su nuevo --amplio-- lugar de trabajo y residencia. Éso también tenía en común con algunos de los emigrantes de edad que visitaba: conocía en primera persona las sensaciones de quien abandona su propio país, lengua y cultura, para pasar a vivir a un nuevo contexto, en muchas ocasiones y sobre todo inicialmente, hostil, hasta culminar un cierto proceso de adaptación.

Martxel tenía asignada su residencia en San Francisco, en una casa ofrecida por alguien de la comunidad vasca. Pero no le gustaba vivir solo. De modo que al cabo de un cierto tiempo planteó al Centro Vasco la posibilidad de que le asignaran una habitación en el primer piso de la euskal etxea. Era sólo una habitación, pero allí estaba en medio de la gente y la actividad cotidiana de la comunidad vasca. Martxel era una persona solitaria a quien le gustaba estar rodeado de gente.

También era persona generosa, y buen amigo. En una ocasión, habíamos quedado para viajar juntos desde San Francisco al picnic vasco de Seattle, donde pernoctaríamos en casa de una buena amiga, Michelle Errecart. Por la razón que fuera Tximista o Pottoka estaba en el taller, y me sorprendió habiendo adquirido billetes de avión para los dos, por lo que volamos a Seatlle para estar 23 horas, de cinco a cuatro de la mañana del día siguiente. Era despistado --yo también lo soy-- y tenía algún ángel de la guarda que velaba por él en sus continuos recorridos por las rutas del país. No simpatizaba con los kaiateak (coyotes), apelativo con el que denominaba a los sheriff, policías y patrullas de carretera. No llegó a tener muchas multas, a pesar de los cien mil o más kilómetros o millas que realizaba anualmente.

Sobre su generosidad, cómo olvidar el par de ocasiones en que insistió en cederme su habitación de la Euskal Etxea de San Francisco, para dormir él mismo en un saco sobre una colchoneta en el suelo de la contigua biblioteca. O la especial atención que dispensaba a los niños, con representaciones navideñas, o regalando txistus a quienes veía que tenían interés en aprender el instrumento.

A los pocos años de llegar se incorporó como permanente profesor de txistu al Udaleku de NABO. Gracias a él han aprendido nociones de txistu varios cientos de niños y niñas norteamericanos, al tiempo que en varias euskal etxeas ha logrado formar a txistularis jóvenes, facilitándoles además material, partituras, etc. También ha dirigido hasta el pasado año la Coral Vasca de San Francisco.

Como cura, atendía a todo aquel miembro de la comunidad que se lo solicitara, no importando dónde residiera o si para ello había que recorrer de punta a punta el Oeste en un tiempo mínimo. Parecía no precisar  dormir. Puede decirse que casi vivía en la carretera. No hay comunidad o lugar con presencia vasca a la que no se haya desplazado.

Martxel no se llevaba del todo bien con la autoridad y prefería el trato con los más humildes. Mantenía sin embargo buena relación con el Gobierno Vasco y estimaba, por ejemplo, las visitas al país de Ibarretxe o de Miren Azkarate, por citar dos ejemplos. Tampoco le gustaba recibir honores, si bien en los últimos hubo de recibir unos cuantos, por parte de un buen número de centros vascos, de NABO, del Gobierno Vasco...

Sobre todas las cosas, ha sido un hombre bueno. Cuando se percató de que el Obispado de Baiona no tenía ningún recambio para él y que él estaba llamado a ser el último de la saga de curas enviados a Estados Unidos para atender a las comunidades vascas, intentó por todos los medios que el testigo de Baiona fuera recogido por alguna otra de las diócesis vascas. Hay que señalar previamente que él había llegado por estricta obediencia a Estados Unidos, porque estaba muy lejos de su deseo pasar a residir a Norteamérica e inicialmente no veía nada clara la necesidad y petición por parte de sus comunidades vascas de un cura euskaldun.

Una vez en el país, cambió de opinión al comprobar la intensidad y las características de la labor y las tareas que realiza el capellán vasco al atender a emigrantes y a vascoamericanos en su propia lengua y sus mismas coordenadas culturales. Decidido a luchar por la posibilidad de lograr un recambio para sustituirle, logró que su obispo, Moleres, y los dos vicarios generales de la Diócesis de Baiona viajaran a Estados Unidos y les mostró las necesidades de las colectividades vascas, a pesar de lo cual la realidad de la falta de vocaciones en el propio País Vasco volvió a imponerse en la respuesta negativa. Lo intentó asimismo en Hegoalde, y consiguió que el obispo auxiliar de Bilbao, Karmelo Etxenagusia, viajara al Oeste a conocer 'a su feligresía norteamericana'. La misma falta de vocaciones para atender las necesidades pastorales en el propio País Vasco ocasionó una nueva respuesta negativa, a pesar de lo cual Etxenagusia realizaría un segundo viaje para atender al menos de ese modo y como obispo a la colonia vizcaina en el Oeste. Más tarde, lograría también que el vicario euskaldun de la Diócesis de Pamplona se desplazara a EEUU, sin resultados prácticos más allá de la concienciarse de lo justo de la solicitud.

A consecuencia de ello, su retorno al País Vasco --que él anhelaba-- fue retrasándose más y más, al no querer dejar sin sacerdote euskaldun las celebraciones y la vida vasca de las comunidades norteamericanas. Él ha sido, por mucho, el sacerdote de los enviados por la Diócesis de Baiona que más tiempo ha permanecido en EEUU, casi catorce años, contra los ocho que había permanecido aita Jean-Pierre Cachenaut. En ésas, le descubrieron el cáncer, gracias a la actuación de su colega sacerdote Xipri Arbelbide --con familia asimismo en California y otros lugares de la Diáspora-- que ante ciertos dolores logró que en su estadía en Euskal Herria a fines del 2007 fuera al médico antes de retornar a Norteamérica.

Fue así operado en diciembre de 2007 y al poco le visité en el hospital de Baiona en que estaba ingresado. Aún débil, ya había hecho planes inequívocos para volver aquel mismo febrero a San Francisco y participar de los actos del aniversario del Basque Cultural Center de la ciudad y recibir en su transcurso al lehendakari Ibarretxe. Posteriormente, a través del 2007 ha seguido de algún modo el tratamiento impuesto, si bien ha viajado y ha seguido atendiendo diferentes labores de su tarea pastoral en EEUU. El pasado mes de agosto-septiembre asistía, por ejemplo, y celebraba misa en la Convención y Festival Vasco de NABO en Chino, California, así como en otros lugares.

Este pasado mes de enero la página web de NABO publicaba una carta abierta, en la que se despedía ya de sus feligreses vascoamericanos y de la comunidad vasca y amigos en general.

Era un enamorado del medio natural, de los montes y de la naturaleza, en la que le gustaba perderse y disfrutar del sol.

Le visité por última vez el pasado domingo, en la clínica de Kanbo en la que había venido a morir desde el hospital en Las Landas en el que estaba. No sé si podía oir o entender. Xipri Arbelbide, el cura amigo que, junto a su familia, le ha acompañado en todo momento desde que le descubrieran la enfermedad, decía que sí, que aunque no podía hablar mantenía la mente intacta. En todo caso, entre otras cosas le trasladé el abrazo de varios de sus amigos norteamericanos que así me lo habían pedido.

Dos díás más tarde nos dejaba. Sabía que estaba a punto de ocurrir, pero me ha entristecido más de lo que pensaba. Martxel tenía 74 años, que no aparentaba, ni físicamente ni por su actitud vital, dinámica, en la que seguía elaborando planes.

Los funerales serán este viernes, a las tres de la tarde en la iglesia de su pueblo natal, Eskiula, en Zuberoa.

01/04/2009

Sobre Etxepare, Euskal Argentina, aita Martxel, Presencia Vasca, Gure Antzerkia y plazos de subvenciones

Diversas cuestiones relacionadas con la Diáspora llamaron nuestra atención a últimos de la pasada semana. El Boletín Oficial del País Vasco publicaba una resolución firmada por la consejera de Cultura en funciones, Miren Azkarate, estableciendo la relación de puestos de trabajo con que contará el nuevo Instituto Etxepare, que coordinará las actuaciones relativas al euskera y la cultura vasca en el exterior, con sede en Donostia-San Sebastián. Recordemos que la propia consejera es directora provisional de la entidad, en tanto no se nombre --cosa que realizará el gobierno entrante-- el primer director/a del Instituto. Recordemos asimismo que la creación del Etxepare se realizó en el Parlamento con el apoyo de todos los grupos parlamentario, excepto el de EHAK, que se abstuvo. El nombramiento de su director/a y la finalización de las obras en su sede de la donostiarra calle Prim, junto a la contratación del personal ahora fijado, son supuestamente las únicas medidas que restan para que inicie su andadura.

Mientras la Korrika se movía el fin de semana entre Gipuzkoa y Lapurdi, el sábado celebraba en la localidad labortana de Hazparne (en francés Hasparren) su Reunión Anual el semanario Herria (Baiona, 1944), que festejaba en esta ocasión la publicación de su número 3.000. Asistían, entre otras autoridades, la propia Miren Azkarate y el director de la Oficina Pública de la Lengua Vasca de Iparralde, Estebe Eyherabide. El domingo, en Donibane Garazi (en francés St Jean de Pie de Port), llevaban a cabo su propia Reunión Anual los miembros de Euskal Argentina, entidad que agrupa a personas, sobre todo de Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa, con familia o lazos con Argentina y las comunidades vascas de este país austral. El encuentro de esta entidad que preside Pierra Lako concluía con una comidad de hermandad en el Mendi Ostatua de Donazaharre (St. Jean le Vieux).

Antes de llegar hasta la capital bajonavarra (Donibane Garazi), hacía parada y fonda en Kanbo, vieja capital labortana, para visitar en una residencia-hospital local a aita Martxel Tillous. A quien fuera hasta hace poco más de un año capellán y animador cultural de las euskal etxeas y las comunidades vascas del Oeste de Estados Unidos le descubrieron a fines del 2007 una enfermedad fatal, a la que, a pesar de una operación y de los tratamientos oportunos, el pater zuberotarra ha sucumbido. Hombre de gran determinación, activo y euskaltzale, de espíritu libre, inquieto y sigiloso, aita Martxel se despedía el pasado mes de enero de sus muchos amigos --de los de Estados Unidos y de los de Euskal Etxea de París o de los de Costa de Marfil, donde también estuvo destinado y ejerció su actividad-- a través de una carta, que publicaba la página web www.nabasque.org de NABO. Este año, de Las Landas, pasó a tierra vasca de Kanbo, donde aguarda ahora su destino. El domingo tuve ocasión de transladarle un abrazo, en nombre propio y comisionado por varios amigos vascos norteamericanos.

En Paraná, Argentina, la comunidad vasca local agrupada en torno a la euskal etxea Urrundik celebraba ayer 19 años de emisión ininterrumpida de Presencia Vasca, programa radial conducido por Federico Borrás Alcain, joven abogado presidente asimismo de Urrundik. Lo hizo a través de una emisión especial de dos horas de duración, entre 10 y 12 del mediodía, en la que se registraron numerosos mensajes de enhorabuena y testimonios de personas de Paraná, Entre Ríos, Argentina y de Euskal Herria y resto de la Diáspora. Nos unimos desde aquí a las felicitaciones.

Sin salirnos de Argentina, pero más al sur, desde la localidad costera bonaerense de Bahía Blanca --que celebra este año el 110 aniversario del establecimiento de su centro vasco, por lo que asume la organización de la Semana Nacional Vasca 2009-- nos escriben los hermanos Mendiondo desde Gure Antzerki (sic), el grupo de teatro local, que desarrolla una gran labor en la promoción en la zona de esta disciplina. Sus talleres de este año darán comienzo en mayo, por lo que ponen a disposición de todos aquellos interesados la posibilidad de contactar a través de su página: www.gureantzerki.blogspot.com.

También desde las Cámaras Vascas, Euskal Ganberak, dan cuenta del viaje que están preparando para los próximos meses de mayo y junio para fomentar los intercambios comerciales entre Euskal Herria y, en este caso, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. Está dirigido a empresarios y empresas vascas de la CAV y prevé las siguientes fechas para una misión comercial: visita a Perú, Lima, 25-26 de mayo; en Ecuador, visita a Quito el 28 de mayo y a Guayaquil el 29; a Colombia, Bogotá, el 1 y 2 de junio; y a Venezuela, Caracas, el 4 y 5 de junio.

Antes de concluir la entrega de hoy, recordar a quienes nos lean desde alguna euskal etxea, que mañana concluye el plazo de envío de comprobantes, facturas y justificantes correspondientes a las subvenciones de 2008 de la Dirección General de Relaciones con las Colectividades Vascas del Exterior. Como es costumbre, podrán presentarse directamente en Vitoria-Gasteiz o en las delegaciones correspondientes del Gonierno Vasco. Y, ya puestos, toca estar al tanto, ya que las ayudas de 2009 de la convocatoria general para centros vascos se publicarán mañana mismo en el Boletín Oficial. Pero de eso ya informaremos también mañana en el apartado de noticias.

30/03/2009

Llegada de Cuba y Gorka Rosáinz

Recién llego de La Habana, donde por unos días me he sumergido en historias vascas locales y en el pasado y presente euskaldun de diversa gente que desea, en algunos casos recuperar, en otros aprender y en otros profundizar en el conocimiento de la cultura vasca en general y de la cultura vasca presente en la isla en particular.

Sí, también Cuba dispone de aporte vasco. Es conocido que en La Habana surgió, en 1877, la Asociación Vasco-Navarra de Beneficencia, entidad que continúa hoy activa en la isla, con numerosos retos, y sin local, cuya consecución --la de una sede-- constituye uno de sus primeros objetivos, según nos manifestó su presidenta en el encuentro que mantuvimos en La Habana Vieja.

Por su parte, con local y con un buen número de jóvenes entusiastas cuenta el 'Proyecto Dantzari', con base en El Cerro, en cuya Casa de Cultura se juntan cada semana jóvenes y padres, como hicieran el pasado martes para atender una charla de quien firma estas líneas en torno a Euskal Herria y su Diáspora. Mucha juventud, mucho interés y muchas ganas, en un proyecto con vinculaciones euskaldunes que auspician desde el propio Municipio, el Ministerio Cubano de Cultura y otras entidades locales.

No lejos del malecón visitamos el restaurante Centro Vasco, fundado en 1954 por el mutrikuarra Juanito Saizarbitoria, quien en los 60 refundaría el restaurante en Miami. Degustamos el bacalao al pil-pil que ofrece, en un entorno de murales pintados que representan deportes populares vascos, desde los aizkolaris, harrijasotzailes y pilotaris, hasta las regatas, con Bahía de La Concha incluida. En otros momentos y entornos, conversamos con amigos como Josemi Arrugaeta, colaborador y cronista desde Cuba del boletín, o con el azpeitiarra José Luis Astigarraga, fundador hace apenas unos días de la primera Peña del Athetic en Cuba.

Paseamos por el Cementerio de la Habana --dos millones y medio de 'inquilinos'-- para contemplar en su seno el Panteón 'Laurac Bat', llamado el Panteón de los Vascos, cuyas obras se iniciaron en 1890 y hoy a medio restaurar. Llegamos asimismo hasta el que fuera uno de los frontones de cesta-punta más famosos del mundo, el Palacio de los Gritos, con su primer partido jugado, aun por concluir sus obras, en 1901.

Departimos con responsables de la asociación de cooperación Euskadi-Cuba, y llegamos hasta algunos de sus proyectos en San Miguel del Padrón. En La Habana Vieja visitamos el taller-escuela de carpintería y vidriería 'Gabriel Aresti', que en su día auspiciaran entidades como el Ayuntamiento de Bilbao o el Gobierno Vasco. Cómo no, nos queda tiempo para mojar el gaznate con mojito elaborado, como mandan los cánones, con ron Havana Club, fundado precisamente por un vasco, el vizcaino Arechavala, y elaborado inicialmente en su fábrica 'La Vizcaya'. En otro orden de cosas, me queda clara la vinculación de algunas de las fortunas vasco cubanas con el comercio de esclavos.

También en La Habana Vieja, en su iglesia de San Francisco, tuvimos tiempo de visitar el altar de Nuestra Señora de Begoña, construido en 1955 por la colectividad vasca, con frescos de imágenes típicas del país, los escudos de Alava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra y la leyenda 'Jaungoikoa ta Foruak, Euskal Erria, Caridad'.

Pero de todo esto hablaremos en días sucesivos.

De vuelta a Euskal Herria, me entero por Jaione Arrieta y VascosMexico del fallecimiento de Gorka Rosáinz, un vasco-mexicano enamorado de sus raíces, suscriptor asimismo de EuskalKultura.com, y autor estos últimos años de varios trabajos sobre la presencia histórica vasca en México publicados en Euskonews. Desde quí el pésame a su familia, hijos y allegados. Mantuvimos en algún momento una relación epistolar con Gorka que, nos dicen, falleció el 1 de marzo.

Desde California, nos escriben dando cuenta de una sesión de gastronomía vasca y cultura, de la mano de la proyección en el restaurante Pierre, de la localidad de Novato, del documental The Last Link (El último lazo), que varias veces hemos comentado en el boletín. Recordemos que narra la historia de un pastor vasco norteamericano, Pete Camino, que visita a sus ochenta años por primera vez Euskal Herria, donde conversa en euskera con su familia europea. Su historia sirve para explicar la decadencia del pastoreo y de la relación del hombre con la tierra y la naturaleza en Estados Unidos. Será este jueves a las seis y media de la tarde. Para reservas, llamar al (415) 898-4233.

Mientras tanto, recordemos que esta semana llega a su número 3.000 el semanario Herria, publicado en euskera desde la ciudad labortana de Baiona. Lo festejará,entre otros modos, con un suplemento especial y con el respeto y la adhesión de quienes somos desde hace años sus colegas y lectores.

23/03/2009

Llegada de Cuba y Gorka Rosáinz

Recién llego de La Habana, donde por unos días me he sumergido en historias vascas locales y en el pasado y presente euskaldun de diversa gente que desea, en algunos casos recuperar, en otros aprender y en otros profundizar en el conocimiento de la cultura vasca en general y de la cultura vasca presente en la isla en particular.

Sí, también Cuba dispone de aporte vasco. Es conocido que en La Habana surgió, en 1877, la Asociación Vasco-Navarra de Beneficencia, entidad que continúa hoy activa en la isla, con numerosos retos, y sin local, cuya consecución --la de una sede-- constituye uno de sus primeros objetivos, según nos manifestó su presidenta en el encuentro que mantuvimos en La Habana Vieja.

Por su parte, con local y con un buen número de jóvenes entusiastas cuenta el 'Proyecto Dantzari', con base en El Cerro, en cuya Casa de Cultura se juntan cada semana jóvenes y padres, como hicieran el pasado martes para atender una charla de quien firma estas líneas en torno a Euskal Herria y su Diáspora. Mucha juventud, mucho interés y muchas ganas, en un proyecto con vinculaciones euskaldunes que auspician desde el propio Municipio, el Ministerio Cubano de Cultura y otras entidades locales.

No lejos del malecón visitamos el restaurante Centro Vasco, fundado en 1954 por el mutrikuarra Juanito Saizarbitoria, quien en los 60 refundaría el restaurante en Miami. Degustamos el bacalao al pil-pil que ofrece, en un entorno de murales pintados que representan deportes populares vascos, desde los aizkolaris, harrijasotzailes y pilotaris, hasta las regatas, con Bahía de La Concha incluida. En otros momentos y entornos, conversamos con amigos como Josemi Arrugaeta, colaborador y cronista desde Cuba del boletín, o con el azpeitiarra José Luis Astigarraga, fundador hace apenas unos días de la primera Peña del Athetic en Cuba.

Paseamos por el Cementerio de la Habana --dos millones y medio de 'inquilinos'-- para contemplar en su seno el Panteón 'Laurac Bat', llamado el Panteón de los Vascos, cuyas obras se iniciaron en 1890 y hoy a medio restaurar. Llegamos asimismo hasta el que fuera uno de los frontones de cesta-punta más famosos del mundo, el Palacio de los Gritos, con su primer partido jugado, aun por concluir sus obras, en 1901.

Departimos con responsables de la asociación de cooperación Euskadi-Cuba, y llegamos hasta algunos de sus proyectos en San Miguel del Padrón. En La Habana Vieja visitamos el taller-escuela de carpintería y vidriería 'Gabriel Aresti', que en su día auspiciaran entidades como el Ayuntamiento de Bilbao o el Gobierno Vasco. Cómo no, nos queda tiempo para mojar el gaznate con mojito elaborado, como mandan los cánones, con ron Havana Club, fundado precisamente por un vasco, el vizcaino Arechavala, y elaborado inicialmente en su fábrica 'La Vizcaya'. En otro orden de cosas, me queda clara la vinculación de algunas de las fortunas vasco cubanas con el comercio de esclavos.

También en La Habana Vieja, en su iglesia de San Francisco, tuvimos tiempo de visitar el altar de Nuestra Señora de Begoña, construido en 1955 por la colectividad vasca, con frescos de imágenes típicas del país, los escudos de Alava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra y la leyenda 'Jaungoikoa ta Foruak, Euskal Erria, Caridad'.

Pero de todo esto hablaremos en días sucesivos.

De vuelta a Euskal Herria, me entero por Jaione Arrieta y VascosMexico del fallecimiento de Gorka Rosáinz, un vasco-mexicano enamorado de sus raíces, suscriptor asimismo de EuskalKultura.com, y autor estos últimos años de varios trabajos sobre la presencia histórica vasca en México publicados en Euskonews. Desde quí el pésame a su familia, hijos y allegados. Mantuvimos en algún momento una relación epistolar con Gorka que, nos dicen, falleció el 1 de marzo.

Desde California, nos escriben dando cuenta de una sesión de gastronomía vasca y cultura, de la mano de la proyección en el restaurante Pierre, de la localidad de Novato, del documental The Last Link (El último lazo), que varias veces hemos comentado en el boletín. Recordemos que narra la historia de un pastor vasco norteamericano, Pete Camino, que visita a sus ochenta años por primera vez Euskal Herria, donde conversa en euskera con su familia europea. Su historia sirve para explicar la decadencia del pastoreo y de la relación del hombre con la tierra y la naturaleza en Estados Unidos. Será este jueves a las seis y media de la tarde. Para reservas, llamar al (415) 898-4233.

Mientras tanto, recordemos que esta semana llega a su número 3.000 el semanario Herria, publicado en euskera desde la ciudad labortana de Baiona. Lo festejará,entre otros modos, con un suplemento especial y con el respeto y la adhesión de quienes somos desde hace años sus colegas y lectores.

23/03/2009

Elecciones: ¿Y ahora que?

Esta es la pregunta formulada desde la Diáspora que desde el pasado domingo ha llegado una y otra vez a nuestra redacción, tanto en algún caso a través del teléfono, como de mails. ¿Será Patxi López el próximo Lehendakari? Si es así, ¿seguirán las euskal etxeas? ¿Qué cambio se prevén si sale? ¿Habrá este año Gaztemundu? ¿Seguirán las convocatorias de apoyo a los centros vascos? Son algunas de las cuestiones que preocupan en la Diáspora. Sin ánimo de sentar cátedra, respondemos con nuestro parecer, según los datos que se manejan al día de hoy, en la confianza de que le sirvan de algo a alguien.

El pasado domingo, 1 de marzo, se celebraron elecciones en Alava, Bizkaia y Gipuzkoa para elegir un nuevo Parlamento Vasco. De acuerdo a lo estipulado en el Estatuto de Gernika, la Cámara vasca está compuesta por 75 parlamentarios, 25 por cada una de las tres circunscripciones mencionadas. El sistema de elección del Lehendakari o presidente del Gobierno Vasco no es directo, sino que son los parlamentarios quienes eligen entre ellos al Lehendakari o presidente del ejecutivo. En las primeras votaciones se requiere la mayoría absoluta y más tarde sólo la relativa.

Normalmente, y si nadie ha ganado las elecciones por mayoría absoluta, llega el turno de las negociaciones políticas entre partidos, siempre con el objetivo de lograr esa mayoría absoluta, fijada en 38 escaños, o en todo caso una mayoría relativa, contando con la abstención de alguno o algunos de los grupos o parlamentarios de la Cámara. Se trata de conformar mayorías. Por un lado, para la elección del Lehendakari; por otro, para la aprobación de los presupuestos y demás leyes, con el apoyo suficiente.

EL VALOR DE LOS VOTOS DE LA DIASPORA

La fotografía de la sociedad sacada el pasado domingo da como consecuencia un puzle complicado. Nada nuevo por otro lado, aunque en este caso la ilegación de la izquierda abertzale oficial distorsione notablemente el retrato [sus votos nulos sumarían 7 escaños]. Obviando eso, éstos fueron los resultados oficiales: EAJ-PNV, 30; PSE-EE, 24; PP, 13; Aralar, 4; EA, 2; EB, 1; eta UPyD, 1 [Señalemos que estos datos podrían variar este próximo viernes, cuando se efectúe el recuento de los vascos de la Diáspora; dependiendo de ello, EA podría perder o conservar su escaño por Alava, el de Rafa Larreina, que pasaría al PSE-EE. No se sabrá hasta el viernes]. En un caso u otro, vencedor, por tanto, Ibarretxe (EAJ-PNV), aunque sin conseguir la mayoría absoluta. En condiciones normales, él sería el encargado de conseguir las adhesiones para ser investido lehendakari, teniendo en cuenta además que supera en 6 escaños al siguiente candidato, Patxi López (PSE-EE).

El PNV logra buenos resultados, sus aliados se desploman. Pero si bien los jeltzales han logrado 30 parlamentarios, los dos partidos con los que hasta la fecha compartía coalición de gobierno han sufrido un muy grave revés electoral [EA baja de 7 asientos (logrados en coalición con el PNV), a 2; y Ezker Batua baja de 3 a 1], con lo cual los números no salen. Ni siquiera sumando los 4 de Aralar llega Ibarretxe a la mayoría absoluta, quedándose a 1 escaño.

Por su parte, el PSE ha obtenido asimismo unos buenos resultados, pasando de 18 asientos a 24, aunque lejos del empate técnico con el PNV que le auguraban las encuestas y que López confiaba en superar. Pese a ello, esos 24 votos, junto a los del PP, que baja de 15 a 13, más el único voto conseguido por UPyD, sí llegan hasta el número mágico de los 38 escaños.

Pegas o elementos para la reflexión:

-La unión de los tres partidos mencionados le proporciona a Patxi López la mayoría aritmética para lograr la Lehendakaritza (presidencia), si bien formando algo que muchos interpretan como un frente estatalista, españolista o constitucionalista (que cada cual eliga su adjetivo preferido), justo tras una campaña en la que una y otra vez ha arremetido contra el frentismo

-Por otro lado, el PSE conseguirá sin duda con facilidad los votos de PP y UPyD para desplazar a Ibarretxe y resultar --democráticamente-- elegido, pero ¿qué ocurrirá a la hora de negociar los presupuestos, si ha de hacerlo con PP y UPyD, dos fuerzas que en el resto del estado son sus (duros) adversarios políticos? Recordemos, sin ir más lejos, que UPyD propone por ejemplo en su programa la abolición del Concierto Económico

-Asimismo, el desplazar de la Lehendakaritza a Ibarretxe provocará sin duda una inmediata congelación de las relaciones en Madrid de PNV y PSOE. Recordemos aquí que el presidente Zapatero no cuenta con demasiado margen en el Parlamento estatal y que, por ejemplo, logró aprobar in extremis sus presupuestos de 2009 gracias al apoyo de los parlamentarios de PNV (6) y BNG (2)

-En un momento de grave crisis como el actual, se recomiendan consensos y gobiernos fuertes para poder hacer frente a la crisis, y no ejecutivos prendidos de alfileres o inestables, como algunos han definido ya a un posible ejecutivo apoyado por PSE-PP-UPyD

-De hecho, una de las debilidades de tripartito de esas características estaría en que descansa y concede la llave del mismo al PP --contrincante y adversario del PSOE-- y quién sabe si a UPyD, una escisión del propio PSOE

-A todo esto hay que añadir que PNV y PSE mantienen acuerdos de apoyo mutuo, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y la Diputación de Alava, que podrían resentirse de esta nueva fase en las relaciones entre ambos partidos, dado que 'arrebatar' la Lehendakaritza a EAJ-PNV y en estas circunstancias es posiblemente el golpe que con mucho más daño puede hacerse al PNV y que peor pueda encajar

Otra posibilidad sería un gobierno PSE-PNV, PNV-PSE, pero no parece que ahora mismo el horno esté para esos bollos, puesto que ninguno quiere o 'puede' renunciar a la Lehendakaritza, aunque en política nunca se sabe. Zapatero, tras el regalo en 1987 de la Lehendakaritza al PNV, no parece estar por la labor, ni tampoco Jauregui, Benegas... Ambos partidos se conocen ya en este tipo de gobiernos. Sí que este último sería el gobierno más apoyado por la población en las encuestas y ofrecería la estabilidad y fortaleza que otros mencionan. Dentro de ambos partidos, sobre todo del PNV, hay quien no quiere ni oir hablar de esta fórmula, mientras otros en ambos partidos estarían muy por la labor, pero sin ceder la Lehendakaritza.

Todo lo expuesto hasta el momento no son sino posibilidades. El momento actual resulta aún prematuro para hablar con propiedad sobre dónde puede desembocar todo esto. Las negociaciones, sean con unos u otros, tomarán varias semanas, y quién sabe si no dos o tres meses hasta que fructifiquen y se lleven a la práctica, a pesar de que no falta quien desea que todo se realice con la mayor premura posible.

A quienes preguntan qué posibles consecuencias tendría en la Diáspora y los centros vascos un cambio de Lehendakari y de partido en el gobierno, señalar lo mismo, que es pronto para decir nada. De momento, puestos al habla con el equipo actual de Acción Exterior y de la Dirección de Relaciones con las Colectividades Vasca nos indican que siguen trabajando en funciones, con normalidad, y hasta que las negociaciones políticas al máximo nivel que recién comienzan lleguen a algún puerto, no existen datos para responder a esa pregunta. Sólo que la vida administrativa continúa y que se prevé que a fines de este mes o inicios del siguiente se publiquen la convocatoria general de Centros Vascos y la de Ayudas de Emergencia, así como la de Gaztemundu, emprendimiento que continúa programado para el mes de julio y avanza en su organización.

03/03/2009

La vida continúa

Iniciábamos el año en EuskalKultura.com trabajando de puertas adentro. A pesar de que en lugares como el Cono Sur americano la vida está ralentizada por la llegada de las vacaciones de verano, la vida ha seguido en estas dos semanas largas. También en la Diáspora la gente ha continuado naciendo, muriendo y desarrollando sus proyectos como habitualmente. Desde Buffalo, en Wyoming (EEUU) nos señalan que recién celebraban en diciembre el 90 cumpleaños de un buen amigo, Pete Camino. Recordemos que Pete es un vasco de la Diáspora, nacido en Wyoming, donde desde la cuna aprendió y practicó el euskera que hablaban sus progenitores bajonavarros. En 2001, con más de 80 años, Pete cruzaba el charco para visitar por primera vez Euskal Herria. En Arnegi, pueblo natal de su padre, pudo conversar con orgullo en un euskera compartido, con amigos y familiares, momento que inmortalizaron para el cine unos productores americanos en la película The Last Link, que cuenta su historia.

Recién comenzado el año, nos llegaba desde Baiona la mala nueva del fallecimiento, de un repentino ataque al corazón, del cantante Mixu Mixelena, mientras asistía con su mujer e hijos a un partido de rugby de su equipo, el Aviron Bayonnais. Mixu, que apenas contaba 38 años, acababa de regresar en noviembre de Argentina, donde visitó y actuó en varios de sus centros vascos, y en la propia Semana Vasca de La Plata como miembro de la formación MMX, acompañado de los también cantantes Maialen Errotabehere y Xalbaltx. La noticia y el dolor por de su fallecimiento se propagó rápidamente no sólo en Euskal Herria, sino también entre los muchos amigos que acababan de conocerle en Argentina.

Queda claro que en virtud de las nuevas tecnologías y las facilidades existentes hoy para viajar la unión y la relación entre vascos del solar europeo y de la Diáspora se torna cada vez más estrecha. Las informaciones, al igual que las personas, vuelan, y las posibilidades de sumar esfuerzos se multiplican. Mixu, gogoan zaitugu (te recordamos).

Lo del mundo que es un pañuelo y las relaciones que se estrechan no son sólo palabras. Así lo demuestran el encuentro que ha acogido hasta la pasada semana en Mar del Plata, Argentina, a delegaciones de los centros vascos de Estados Unidos (NABO) y de Argentina (FEVA). La delegación estadounidense desplazada hasta la localidad balnearia argentina ha estado compuesta por Mary Gaztambide, John Ysursa e Izaskun Kortazar. Mary Gaztambide es la presidenta de NABO, John Ysursa su sustatzaile (sic) o coordinador, e Izaskun Kortazar coordina los esfuerzos de la entidad en materia de clases de euskera. El objetivo del encuentro, de cuyos resultados daremos cuenta más adelante, avanzar en el mutuo conocimiento, intercambiar información y coordinar esfuerzos.

Para finalizar la entrega de hoy, qué mejor noticia que la llegada al mundo de un nuevo vasco de la Diáspora. La joven Amaya Ormaza, vasca nacida de Elko, Nevada (EEUU) daba a luz el pasado 5 de enero a una niña, a la que imponían el nombre de Sofía. Su abuelo, el euskaldun de pro Pete Ormaza, fallecido ahora hace justo tres años, seguro que esbozaría una de sus característicasa sonrisas para recibir a su nueva nieta. Zorionak, enhorabuena, a la pequeña Sofía, a su hermana de dos años y medio Katharine Isabel, y a los esforzados padres Amaya y James Winer. Ojalá de aquí a 18 años la pequeña Sofía haga como hiciera su madre y asista a todo un año escolar en Euskal Herria que le sirva para comprender mejor y asentar el sentimiento y la cultura que ya desde pequeña le transmitiera en Elko su familia vascoamericana.

PS: Recordar, por último, que de cara a aquellos vascos de la Diáspora que puedan y deseen votar en las elecciones al Parlamento Vasco que tendrán lugar el 1 de marzo en Alava, Bizkaia y Gipuzkoa, que hoy lunes finaliza el plazo de reclamaciones al censo electoral. Más información en los consulados de España. Recordemos que tienen derecho al voto al menos 1.776.006 vascos residentes en la CAV, frente a algo más de 43.660 residentes fuera del estado.

19/01/2009

Joseba Etxarri

El periodista y escritor Joseba Etxarri firma esta columna de opinión sobre temas de actualidad referidos a cuestiones de cultura y diáspora vascas. Etxarri es director de EuskalKultura.com y persona que trabaja desde hace más de 20 años codo con codo con numerosos centros vascos, en un trabajo comprometido con las comunidades vascas del mundo.     

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