El submarinismo

El submarinismo

Hace mil años ya existían artefactos submarinos construidos por el hombre, y así aparece en diferentes dibujos y grabados antiguos. El deseo de bucear ha existido probablemente siempre: para buscar alimento, encontrar artefactos, reparar embarcaciones; y en la época moderna, para observar la vida submarina. En el siglo XVII, se comenzaron a probar sistemas de bombeo manual de aire a profundidades de 18 metros.

El buceador por medio de un casco a la superficie mediante un tubo, recibía el aire que le permitía respirar. En el siglo XIX, el francés Paul Bert y el escocés John Scott Haldane realizaron los estudios sobre los efectos de la presión del agua en el buceador, siendo precursores de las tablas de seguridad en la descompresión.

Tal y como imaginó Julio Verne, en el siglo XX los franceses Emile Gagnan, Jacques Yves Cousteau y Freédéric Dumas desarrollaron la escafandra autónoma, cuyo elemento fundamental era un regulador que suministraba al buceador aire a presión ambiente, aire que se encontraba comprimido a gran presión en una botella.
Este avance daba la oportunidad de bajar a unas profundidades nunca imaginadas por el hombre y con un sistema de respiración bastante aceptable. Todo el equipamiento va evolucionando a gran velocidad, por ejemplo el chaleco hidrostático, que permite regular la flotabilidad del buceador a voluntad, el ordenador de buceo, o más recientemente, los nuevos sistemas de respiración sin burbujas.

A diferencia del mediterráneo o el mar rojo, nuestro mar no es tan cristalino. En el golfo de Bizkaia, la luz es absorbida en los primeros metros de la capa de agua debido a la gran cantidad de materia orgánica e inorgánica en suspensión procedente de aportes fluviales, por la resuspensión del sedimento fino del fondo y por la existencia de una importante vida microscópica. La temperatura del agua en superficie oscila entre los 12,5 grados en invierno y los 20 grados en verano. Aunque a 15 metros de profundidad la oscilación es de los 11,5 a 18,5 grados centígrados. La práctica de buceo se desarrolla habitualmente a través de diferentes clubes de buceo que permiten recargar las botellas de oxígeno y en embarcaciones a las zonas de buceo para ver pecios, arrecifes, o incluso diques que son un gran refugio de diferentes especies. Los clubes que ofrecen servicios a visitantes y turistas se pueden encontrar en la sección de Organización de actividades en el apartado Turismo activo.


Udalarrantz - Red de municipios pesqueros del País Vasco