CASA DE JUNTAS DE ABELLANEDA

La Casa de Juntas de Abellaneda era el lugar en el que se reunían los representantes de los concejos y valles de Las Encartaciones para deliberar sobre los asuntos generales de la comarca. Aunque siempre han sido parte del Señorío de Bizkaia, las Encartaciones mantuvieron una cierta independencia política respecto al Señorío, hecho que se manifestaba a través de las Juntas Generales de Abellaneda.
Durante la Edad Media las reuniones eran muy tumultuosas, pues a ellas acudía gran cantidad de gente. Durante la Edad Moderna se institucionalizó un sistema por el que cada concejo encartado era representado por un único apoderado.
Para las Juntas Generales de Gernika, los encartados elegían uno o dos representantes que eran los que representaban a toda la comarca en esas reuniones.
La independencia de las Encartaciones provocó tensiones entre las dos entidades (Juntas de Gernika y Juntas de Abellaneda) durante siglos. Poco a poco, especialmente a partir del siglo XVII, los movimientos para una integración plena en el Señorío se intensificaron y provocaron pequeños cismas temporales entre los concejos encartados.
Así, por ejemplo, en la segunda mitad del siglo XVII se produjo una escisión entre las Repúblicas Unidas (las que se integraron en Bizkaia con voto propio cada una aunque manteniendo su pertenencia política al cuerpo de Las Encartaciones), es decir, los concejos de Gordexola, Güeñes, Zalla, Galdames y Tres Concejos de Somorrostro; y las Repúblicas No Unidas (Carranza, Sopuerta, Cuatro Concejos del Valle de Somorrostro, Trucíos y Arcentales). Aunque luego todas volvieron a integrarse de manera plena en Las Encartaciones recuperando la situación anterior, esto se volvió a repetir aunque con miembros distintos en cada bando años después.
Finalmente, en 1801 se produjo la integración plena de todos los concejos encartados en el Señorío de Bizkaia y dejaron de celebrarse las Juntas Generales de Abellaneda.