LA GRAN AVENTURA COMERCIAL

Arte y el mar

 

Existe constancia documental que el comercio marítimo se practica en el litoral vasco desde el siglo I d.C., pero será a partir de la concesión de fueros a diferentes poblaciones a finales del siglo XII y principios del siglo XIII cuando podemos hablar de un comercio estructurado; pero será el descubrimiento de América, a finales del siglo XV, cuando el comercio marítimo vasco inicia su edad de oro que finalizará en el siglo XVIII.

Su mayor exponente fue la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, fundada en 1728 por el Consulado de San Sebastián para comerciar con América. Concretamente, realizaba el trayecto San Sebastián – Caracas y viceversa: importaba cacao venezolano, que disfrutaba en monopolio, y se exportaban manufacturas, sobre todo de hierro.

 

Durante el siglo XVIII y gran parte del XIX, San Sebastián comerciaba activamente con numerosos enclaves: algodón y petróleo de E.E.U.U., tabaco y azúcar de Cuba, cacao y cueros de Venezuela, carbón y maíz de Gran Bretaña, madera de Francia, bacalao de Noruega, sal, papel, vino, aceite del resto de la Península, entre otros. A finales del XIX, sin embargo, el comercio decreció tanto en volumen como en variedad y en el siglo XX, el puerto donostiarra exportaba ante todo cemento e importaba carbón.

 

Ya desde el siglo XIX, San Sebastián fue cediendo su actividad comercial ante el puerto de Pasajes mejor dotado y más amplio (sus condiciones naturales y de infraestructura eran mucho más eficaces para el tráfico y transacciones mercantiles), hasta que en 1975 dejó definitivamente de ser un puerto mercante a ser un puerto exclusivamente pesquero y deportivo.