Gran Hermano 14 celebró anoche una nueva gala en la que volvió a ahber de todo, y en la que el interés estuvo más en el plató que en los sucesos de la casa, a pesar de que hubo más de una sorpresa.
Pese a su altura, la llegada de Nacho, el baloncestista frustrado (se notó por qué) de 2.12 metros no fue la sorpresa más grande. Gran Hermano lo eligió para que con sus lanzamientos a canasta ayudase a los concursantes a decidir los nominados, y el pobre no dió una. Los votos dependieron de las canastas que fueran capaces de encestar con la ayuda de altísimo concursante, dejando en la palestra a Iván, Saray, Adrián, Argi e Igor.
Tampoco impactó mucho la expulsión de Anabel, que a su salida de Gran Hermano tuvo que responder a sus supuestos problemas de olor corporal. Más que enfadada, se mostró dolida por los comentarios y con «cero rencor».
Amor y Mai
El momento más interesante de la gala de Gran Hermano fue el giro inesperado de la no relación de la ex concursante Miriam y su novio Miguel. La ex gran hermana Amor relató el tonteo que mantuvo con el chico durante la estancia de su pareja en la casa. El novio pasaba de traicionado a traicionero en pocos minutos. Miriam lo defendía y Mercedes Milá se indignaba.
«No me he tirado a tu novio porque no he querido, sinceramente te lo digo», le espetaba Amor a Miriam tras contar su relación telefónica con Miguel. «Las conversaciones han sido todas de decir ‘espera a que Miriam salga que la voy a dejar', como muy sentimental». La canaria reconoció también sentirse utilizada cuando tras mes y medio este paraba la relación. «Lo mismo que has hecho tú dentro de la casa con Igor lo he hecho yo con tu novio».
Miriam entró al trapo en el enfrentamiento, pero la presentadora de Gran Hermano no pudo evitar su enfado. «Creo que es muy interesante, yo me siento traicionada porque he intentado ayudar a tu ex novio (…) Esto es increíble…». Tras la publicidad, Milá leía un mensaje del chico en el que le pedía explicarle lo ocurrido en privado, pero a la periodista se le había acabado la paciencia. «Miguel se te acabó el tiempo de que tú y yo hablemos en privado, si quieres algo de mí tendrá que ser en público, has mentido».