El sabor de la tierra

Lasa es quien mejor representa la cocina artesana unida a la modernidad

Hemos ganado un gran cocinero que ha desplegado toda su creatividad en el producto de temporada y en las bases que, en su día, su padre Sebastián le enseñó

| diariovasco.com | 08/01/2014 |


Cocinero: Koldo Lasa
Jefe de sala: María del Pilar Gallastegui

Palacio Ozaeta Jauregia
Bergara,
Gipuzkoa 20570


Han pasado muchos años desde que Koldo Lasa dejó el restaurante familiar que llevaba junto a sus tías en el centro de Bergara para trasladarse al señorial e histórico Palacio de Ozaeta y hacer de él un centro gastronómico en el corazón de la provincia de Gipuzkoa. Un lugar privilegiado junto al río que invita a la reflexión y que inspira al cocinero para hacer una cocina que él no tiene ningún reparo en definir como tradicional.

La seña de identidad se siguen basando en los platos más consistentes

Koldo Lasa se encontraba en una zona donde las reuniones de grandes empresas que le rodeaban se resolvían con comidas contundentes y llenas de tradición. Koldo era un hombre con un afán que le llevaba a innovar y gracias a eso pudo desarrollar un trabajo lleno de ideas, aunque el día a día siempre le devolvía a la realidad. Afortundamante hemos ganado un gran cocinero que ha desplegado toda su creatividad en el producto de temporada y en las bases que, en su día, su padre Sebastián le enseñó.

Artesanía en los platos y un trato personal distinguen este espacio único en el corazón de Gipuzkoa

Platos con mucho criterio y con mucho sabor de la tierra. La seña de identidad de la casa se sigue basando en los pilares más consistentes y de los que Koldo es un ejemplo único, platos artesanos hechos como ya nadie los hace: ahumados, foie mi cuit, los fritos tradicionales, hasta los panes, la repostería, los helados y, en Navidad, incluso el turrón se hace en casa como siempre se ha hecho. Es el reconocimiento y el respeto por un mundo que nos traslada a cuando la cocina se hacía con tiempo y con mimo.

La sala es un lugar amplio. diáfano y con mucha luz. Se cuidan al máximo los detalles, el recuerdo del trato hogareño que se dispensaba en el restaurante original, una atención muy personal. El Palacio en sí es, además, un lugar señorial con un jardín por el que se puede pasear después de la comida, con buen tiempo es un espacio único para acabar con una sobremesa larga. La carta de vinos está cuidada aunque es corta tiene las referencias más reconocidas, Koldo Lasa se ha encargado de completar la lista con algunas marcas más actuales.




sukaldaTU por Ainara López